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El vicemandatario oriental manifestó que en un mundo cada vez más integrado, con creciente participación privada, la actuación responsable de las empresas en las sociedades en que están inmersas “es crucial” para la obtención de mejores logros económicos y sociales. “Son las empresas, sean estas públicas, privadas o mixtas, las encargadas de producir la inmensa mayoría de los bienes y servicios que todos consumimos. Para hacerlo, ellas hacen uso intenso del medioambiente en las comunidades en que se insertan y desarrollan, y es en ellas donde la mayoría de la población pasa largas horas del día trabajando. Las empresas, por ende, son partícipes esenciales de las sociedades en las que actúan”, destacó el vicepresidente uruguayo.
En ese sentido, señaló que lograr una mejor integración de las empresas en todas las áreas es vital. “Y es por ello que desde el Estado nos preocupa fomentar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como un vehículo que apunta a lograr una integración armoniosa entre las empresas y la sociedad en la que estas se desempeñan”, sostuvo.
Señaló asimismo que el concepto moderno de RSE ha venido ganando espacios de aplicación, abarcando progresivamente ámbitos más grandes que la simple filantropía. “En ese proceso, se ha venido involucrando a más actores, haciendo que el accionar responsable de las empresas evolucione desde una decisión unilateral a participar en esquemas responsables a un esquema de mayor compromiso, vía acuerdos más o menos explícitos con determinados grupos de la sociedad o con la sociedad toda”, resaltó.
Etica en los negocios
Astori expresó que se apunta así a vincular la responsabilidad social de las empresas a temas de ética en la práctica de los negocios en forma integral, consistente en asumir la responsabilidad sobre la totalidad de los impactos que genera la actividad productiva y comercial en la que la empresa se desenvuelve. “La RSE involucra así un conjunto amplio de políticas, prácticas y programas intrínsecamente integrados, que muchas veces hacen a la imagen pública de la empresa, tanto como las bondades de productos que ofrecen”, dijo.
Distinguibles
Astori advirtió, sin embargo, que también hay importantes asimetrías de información que no aseguran que una empresa responsable y otra que no lo sea puedan ser distinguibles por el público en general. En este sentido, alertó que es rol del Estado estimular la práctica de un accionar responsable en todas las empresas. “¿Cómo podemos lograr esto desde el sector público? Como propietario o copropietario de empresas le corresponde al Estado dar el ejemplo, fomentando prácticas de alta responsabilidad social en las empresas bajo su control. Como regulador, previniendo y castigando los comportamientos irresponsables, ya sea vía leyes como por la regulación, con un monitoreo estricto que logre nivelar el campo de la competencia interempresarial, de modo de evitar que sean las empresas menos responsables las que se beneficien por los ahorros internos que las prácticas generadoras de externalidades negativas les generan”, subrayó, entre otras cosas.
