La Directiva Seveso II y su predecesora, la Seveso I, se aprobaron a raíz de un accidente grave que tuvo lugar en 1976 en una instalación química de Seveso (Italia), con el objetivo de evitar accidentes relacionados con grandes cantidades de sustancias peligrosas. Estas normas que afectan en torno a unos 10.000 establecimientos industriales de la UE, ocasionaron en su día la acción por parte de la Comisión ante la falta de transposición por parte de las autoridades nacionales españolas.
La revisión planteada por la Comisión sobre las normas de seguridad en instalaciones químicas se inició a raíz de la adopción de normas para adaptar el sistema de clasificación comunitaria al Sistema Globalmente Armonizado de la ONU, de tal manera que los mismos riesgos se describan y etiqueten de la misma manera en todo el mundo. Además de estas normas de clasificación, existen cambios importantes propuestos en relación con disposiciones más rigurosas acerca del acceso público a la información sobre seguridad, la participación en la toma de decisiones y el acceso a la justicia, así como mejoras de la manera en que la información se recoge, gestiona, facilita y comparte.
La propuesta también implanta normas más estrictas sobre inspección de instalaciones para asegurar la aplicación y la observancia efectivas de las normas de seguridad. Los cambios restantes son modificaciones técnicas que incluyen simplificaciones tendentes a reducir cargas administrativas innecesarias. La revisión debe mantener y mejorar los actuales niveles de protección sin afectar significativamente a los costes.
La nueva Directiva propuesta ha seguido un proceso de revisión que ha incluido la consulta a los interesados y la realización de varios estudios sobre la eficacia de las normas actuales y los efectos de las posibles opciones de mejora.