| Están en la calle Rastro, el puerto y antigua fábrica de Heineken
Los procesos para descontaminar un terreno contaminado por la labor industrial son varios y dependen tanto del tipo de afección como de la extensión de la parcela en sí. Lo normal es que se retire la capa de suelo contaminado y se lleve al vertedero de residuos correspondiente, pero si la parcela tiene unas dimensiones considerables se suele proceder a su «lavado», un sistema de limpieza que se realiza sobre el propio terreno, ya que la retirada de este sería compleja. Hay otra posibilidad que es la de «encapsular» el terreno afectado,cubrirlo, por ejemplo, con una capa de cemento, material que permite realizar encima de él cualquier otro tipo de actividad. La situación se puede complicar sin embargo si a través de esos suelos se ha podido contaminar las aguas, entonces hay que adoptar medidas cautelares más complejas que permitan reducir totalmente esa vía de contaminación.
En Sevilla, dada la escasa actividad industrial de la provincia, hay pocas parcelas calificadas como contaminadas, pero las hay. De hecho, en la actualidad, y según informan desde la Consejería de Medio Ambiente, en la provincia sólo hay identificados siete solares contaminados. De éstos, cuatro ya han sido desclasificados porque han sido sometidos a los procesos de limpieza establecidos: se trata de dos zonas de las antiguas cocheras de Tussam en el Porvenir, la antigua fábrica de Fertiberia en la carretera de la esclusa y el solar donde se ubicaba las antiguas Fundiciones Caetano, en la calle Poeta Muñoz San Tomán del municipio de Camas. Los otros tres están aún en proceso de descontaminación. Son el solar ocupado por la antigua fábrica de Heineken —donde se prevé el desarrollo de miles de viviendas—, de una parcela en la calle Rastro (en San Bernardo) donde estuvo ubicado un taller de vehículos y de una parcela anexa a las instalaciones de CLH en el puerto de Sevilla.
D Se califica como suelos contaminados aquellos que han sido alterads negativamente por la presencia de componentes químicos de carácter peligroso de origen humano, que, llegado a unos determinados niveles, pueden llegar a suponer un riesgo para la salud humana o el medio ambiente. Un Real Decreto 9/2005 obliga a las empresas que realizan actividades relacionadas con la fabricación de pasta papelera, papel y cartón; producción y primera transformación de metales; fabricación de productos químicos básicos y de maquinaria diversa; fabricación, mantenimiento y reparación de vehículos a motor; comercio de combustibles, fabricación de muebles, depósito y almacenamiento de mercancías peligrosas; fabricación de aparatos electrodomésticos y todas aquellas instalaciones que tengan sustancias peligrosas o almacenamiento de combustibles, a presentar un informe de la situación de cada uno de los suelos donde desarrollan su actividad. Pues bien, la Consejería de Medio Ambiente ha recibido un
total de 801 informes de la provincia de Sevilla.
A partir de esos informes se elabora el inventario de suelos potencialmente contaminados del que, una vez analizado, se pueden requerir a los titulares de esos suelos informes adicionales o que se inicie su descontaminación. Actualmente, en la provincia de Sevilla se localizan los 7 solares antes citados, a los que hay que sumar que está en tramitación los expedientes de 6 emplazamientos más. y dos emplazamientos que se vieron afectados por accidentes, vertidos contaminantes, ya tratados.
La Junta ha querido avanzar un paso más y ha decidido elaborar una norma que detallará los aspectos técnicos y los procedimientos que deberán llevarse a cabo. Jesús Nieto, director general de Prevención y Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, explica que a partir de ahora los ayuntamientos asumirán más responsabilidades en la gestión de estos suelos, sobre todo en los cambios de uso, en los procesos de recalificación que harán que una parcela de uso industrial albergue un bloque de viviendas, oficinas o un inmueble de uso público. Eso hará que los ayuntamientos, conforme al proceso de gestión urbanística, cuando aborden la recalificación de usos se garantice que esos suelos están descontaminados y que sean ellos los que incluyan en el inventario la calificación del suelo en cuestión.
Nieto señala que en Sevilla, donde la actividad industrial es reducida, son las gasolineras, sobre todo las antiguas, y los solares que se han convertido en vertederos no vinculados a proceso productivo alguno, los que dan más problemas. También destaca que un vertido contaminante no tienen por qué provocar la contaminación del suelo: sólo lo hacen superan unos determinados niveles.
Otra cuestión es de quién es la responsabilida de limpiar un suelo contaminado. En teoría es del titular de la actividad o del propietario, en muchas ocasiones el mismo. El problema está en que hay veces en que una actividad se ha producido sobre otra existente antiguamente, es decir alguien compra un terreno donde antes se había desarrollado una industria sin saber que la actividad de ésta había contaminado el suelo y se encuentra con que tiene que descontaminarlo al cambiar de actividad. En ocasiones esos procesos suelen tardar años en resolverse. |
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