| El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses recibió en 2008 un total de 113.691 consultas telefónicas sobre intoxicaciones, la mayoría de ellas de niños de entre dos y cuatro años, según los datos de su memoria del año pasado, dados a conocer hoy, coincidiendo con la inauguración de su nueva sede en Las Rozas (Madrid), que contó con la presencia del ministro de Justicia, Francisco Caamaño.
Del total de llamadas, una media de 312 al día, el 32,6% procedía de un centro sanitario al que acudió o fue trasladado el intoxicado. De las consultas y estudios realizados se desprende que las principales intoxicaciones tienen lugar en el propio domicilio del afectado y que los productos fundamentalmente implicados en dichas intoxicaciones son los medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso.
Además del servicio de información toxicológica, que funciona 24 horas al día 365 días al año, en total y mediante sus ocho servicios de investigación y asesoramiento, el Instituto Nacional de Toxicología recibió durante 2008 más de 35.000 asuntos, analizó 104.910 muestras biológicas y emitió 33.415 informes, una parte de ellos destinados a juicios rápidos.
En concreto, los servicios del Instituto son los de química, drogas de abuso, biología, criminalística, histopatología (estudios de causas de muerte súbita y muertes violentas, entre otros), valoración toxicológica y medio ambiente, garantía de calidad e información toxicológica.
Durante el acto de inauguración, el ministro de Justicia destacó la modernidad de las nuevas instalaciones, para un centro de un 'nivel productivo muy alto' y la importancia del 'apoyo de la ciencia' a la Justicia, ya que sería 'difícil llegar a la verdad jurídica sin la verdad científica'.
Caamaño recalcó además que este instituto está reconocido también de manera 'inequívoca' en el plano internacional. De hecho, recordó que colabora con el Programa Internacional de Control de Drogas de Naciones Unidas y con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, en la identificación de víctimas de la guerra de Bosnia y de Kosovo.
Entre los servicios del centro destaca el de genética forense, que trabaja en la identificación de cadáveres y de restos de ADN antiguos. En colaboración con los laboratorios de la Policía científica, la Guardia Civil y las policías autonómicas, su servicio de biología actuó en la identificación en accidentes con víctimas múltiples, como el accidente aéreo de Barajas de agosto de 2008, en el que ya se puso en marcha el protocolo creado para estos casos, que en esos momentos se encontraba en fase de borrador.
Según explicó la jefa de este servicio, Gloria Vallejo, aunque tras los atentados del 11 de marzo en Atocha se trabajó 'muy eficientemente' en la identificación de las víctimas, se vio la necesidad de realizar este protocolo. Vallejo explicó que para establecer las identidades se elaboran perfiles genéticos a través de la extracción del ADN, que se coteja con familiares de referencia o con restos anteriores de las personas fallecidas.
Además, el Instituto trabaja con el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Trabajo en la realización de pruebas de ADN en expedientes de reagrupación familiar, cuando en la documentación civil presentada existen indicios de fraude paterno-filial o que la solicitud sea voluntaria. Así, en 2008, se registró un incremento del 24% en las investigaciones de paternidad biológica sólo en Madrid.
VÍCTIMAS DE TRÁFICO
Otros de los servicios claves del Instituto es el de química y drogas, que realiza análisis e informes químico-toxicológicos en muertes violentas o sospechosas de criminalidad, en delitos contra la sguridad vial o en delitos medioambientales, entre otros. También realiza estudios de sujetos vivos para el diagnóstico de drogadicción, en orina para la determinación de un consumo reciente o analizando el cabello para la determinación de un consumo crónico.
De estos informes se extrae que de los 1.162 asuntos relacionados con la seguridad vial que se investigaron el pasado año, el alcohol etílico estaba presente en un 31% de los conductores fallecidos, mientras que se detectaron drogas de abuso en un 6% de los casos, siendo la sustancia mayoritaria la cocaína. Además, en otro 3% se detectó el consumo de psicofármacos.
Tras la inauguración del edificio, Caamaño confirmó que ya se ha aprobado un nuevo instituto de medicina legal para la Audiencia Nacional y Tribunal Supremo, que se convertirá en la sede central de los servicios de análisis e investigación al servicio de los tribunales centrales que dependen del Ministerio de Justicia. |
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