| La presidenta de CHA, Nieves Ibeas, ha visitado hoy la localidad zaragozana de Pina de Ebro y su polígono industrial, donde se pretende ampliar una empresa con la instalación de una fundición de plomo, algo que en su opinión 'sería incomprensible'.
Ibeas ha destacado la necesidad de que el Gobierno de Aragón tenga en cuenta criterios claros, como los reflejados en el Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (Plan GIRA), para decidir qué tipo de industrias peligrosas va a permitir que se instalen en el futuro en la Comunidad Autónoma, informa CHA en un comunicado.
En Pina, la presidenta de Chunta ha podido conocer de primera mano los temores y el rechazo que genera la posible ubicación de esta industria entre agricultores, ganaderos y empresarios, además de entre la gente que trabaja en el polígono al lado de donde pretende situarse la fundición.
'Ahora que ya se ha conocido que el proyecto ha llegado al Inaga, la gente tiene miedo de que no haya nada qué hacer por mucho que se hayan recogido miles de firmas y que gran parte del pueblo esté en contra', ha señalado.
Al tiempo que ha agregado que la posición que mantiene el equipo de Gobierno no ayuda a que la gente confíe en la democracia y en los partidos políticos, cuando se ha visto cómo se ha permitido iniciar un expediente desde el Ayuntamiento 'con un informe de compatibilidad urbanística contrario a la legalidad y a la normativa urbanística vigente'.
La presidenta de CHA ha recordado que desde su partido han apoyado todas las iniciativas de rechazo a esta industria que se han realizado por parte de la Plataforma Pina sin Plomo.
Asimismo se ha comprometido a seguir realizando iniciativas en las Cortes autonómicas para que el consejero de Medio Ambiente y el Gobierno aragonés sean conscientes de que esa fundición 'es pan para hoy y hambre para mañana y ni la necesita Pina ni la necesita Aragón'.
En este sentido, Ibeas ha recordado que 'uno de los componentes que se extrae de las baterías para reciclar es el plomo, considerado por la legislación medioambiental como un residuo muy peligroso, lo que está llevando a muchas comunidades autónomas a desmantelar fundiciones por posibles riesgos para la salud y a no autorizar nuevas instalaciones de este tipo'.
De hecho, ha informado, en todo el Estado sólo hay cuatro fundiciones de plomo, una de ellas en Aragón, en Albalate del Arzobispo, a la que se llevan anualmente más de 30.000 toneladas de baterías desechadas.
Según Ibeas, si a sólo 50 kilómetros levantan una segunda fundición van a convertir a Aragón en el principal gestor de residuos peligrosos del Estado español, ya que entre las dos plantas se podrán llegar a tratar en torno a 70.000 toneladas de residuos, cuando la Comunidad sólo produce 5.000. |
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