| -Este mineral dejó de usarse en 2002 por sus efectos cancerígenos
-Algunas empresas, por su actividad, todavía manipulan asbesto, pero para ello deben elaborar un plan de actuación
El uso del amianto, un mineral fácil de manipular, incombustible, resistente al calor, a la corrosión, a la humedad, a los productos químicos y de bajo coste, se prohibió en 2002 en España tras probarse su relación con diferentes enfermedades, como el cáncer de pulmón o mesotelioma pleural -un tumor muy doloroso- tras haberlo inhalado. Sin embargo, esta restricción se impuso décadas después de que se hiciera en otros países, como Suecia en el año 1982.
Los efectos de este material contra la salud se pronuncian entre diez y 50 años después de haber estado expuesto a él, por lo que el mayor número de afectados en Europa se concentrará entre 2020 y 2030. Los empleados de las más de 800 empresas que en España manipularon este mineral agrupan principalmente ese colectivo de riesgo. En Navarra, el uso de amianto en la industria se concentró sobre todo en las auxiliares del automóvil y en las de electrodomésticos.
El Registro de Trabajadores Laboralmente Expuestos a Amianto de la Comunidad Foral, facilitado por el Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL), cifra en 2.491 los empleados declarados, de los que 2.102 son hombres y 389 mujeres -el número de éstas es menor porque su exposición al amianto se inicia en los 90-.
Este listado se ha ido elaborando a través de las empresas que estaban en el Registro Nacional de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA); de los trabajadores identificados por la revisión de archivos históricos de negocios que tenía el INSL y de los datos recogidos por los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales y la Inspección de Incapacidad Temporal por contingencias comunes. Pero, a pesar de esta recopilación, 'no se han podido encontrar todos, ya que algunas empresas no se dieron de alta en el RERA', advierten los sindicatos y el INSL.
dos líneas de actuación Desde que se iniciaron los programas de vigilancia de la salud a estas personas, se fijaron dos líneas. Por un lado, la empresa, a través de su servicio de prevención, se encarga de controlar a los asalariados de su plantilla que en un momento determinado trabajaron con amianto. Y, por otro, cuando estos empleados cambian de compañía o se jubilan, el seguimiento neumológico depende del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea -los llamados exámenes postocupacionales-. Estos últimos se comenzaron a realizar en la comunidad en 1999; y desde entonces, 1.642 empleados se han sometido a ellos (consúltese el gráfico). 'Los trabajadores llamados a revisión han variado cada año, y entre a los que se les cita, algunos acuden a la consulta y otros no', cuentan desde el INSL.
los sectores Hasta hace ocho años, las propiedades del también conocido como asbesto se utilizaron en sectores como la construcción, la industria del automóvil, textil, siderometalúrgica, eléctrica, química y naval.
Desde entonces, la normativa actual, previo cumplimiento de un protocolo de actuación, sólo permite su manipulación en una serie de actividades: como los trabajos de demolición de construcciones; desmantelamiento de elementos, maquinaria o utillaje; retirada del amianto de equipos, barcos, vehículos y trenes, instalaciones, estructuras y edificios; trabajos de mantenimiento y reparación; el transporte, tratamiento y destrucción de residuos; y labores en vertederos que contengan el mineral. Desde el INSL se indica que el año pasado estudió 123 planes de trabajo, presentados por empresas que iban a realizar alguna actividad de desamiantado y de residuos, de los que se aprobaron 111.
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