El transporte y la logística se han convertido en un sector fundamental de la economía local. Cada día circulan por la ciudad cientos de camiones y furgonetas para abastecer de materias primas a las industrias, grandes superficies y comercios. Estos vehículos necesitan estacionar mientras esperan su turno para acceder a las fábricas pero en algunos casos deciden dejar sus vehículos parados durante varios días o fines de semana. 

Hasta ahora tienen prohibido el aparcamiento en todo el casco urbano excepto en los polígonos industriales sin ninguna limitación.

Sin embargo, con la modificación de la Ordenanza de Movilidad que se está tramitando en el Ayuntamiento se quiere poner coto al estacionamiento continuado también en las zonas industriales mientras el sector reclama más párkings ante la falta de plazas para estos vehículos. El borrador del documento establece que solo podrán permanecer de manera continuada un máximo de 72 horas, tanto de día como de noche. Además de a los camiones, la medida también afectara a los remolques y semi remolques separados del vehículo tractor, vehículos especiales, cisternas y toda clase de transportes conteniendo mercancías peligrosas o inflamables, caravanas, autobuses, conjunto de vehículos, tractores o camiones para ferias y circos. Solo podrán superar este tiempo cuando el Ayuntamiento lo autorice expresamente.

El concejal de Tráfico, José Antonio López, justifica esta medida en la necesidad de favorecer que exista una mayor rotación y que no se utilicen las calles de los polígonos como un aparcamiento. «Se ha detectado que había camiones, incluso, procedentes de la provincia que aparcaban una, dos o tres semanas en los polígonos», apuntó.

Para lograr un mayor control será necesario incrementar la vigilancia por parte de la Policía Local, que controlará que estos vehículos pesados no permanezcan durante más tiempo en las calles de los polígonos. Desde la Asociación Burgalesa de Transportistas (Asebutra), que cuenta con más de 700 autónomos o empresas asociadas, lamentan que se prohíba sin dar una solución ante la falta de estacionamientos en la ciudad para este tipo de vehículos pesados. En la actualidad hay unas 500 plazas vigiladas repartidas entre la sede de Asebutra en la carretera de Logroño y la Aduana. Es decir en recintos vallados, iluminados y vigilados con cámaras y personal de seguridad. El resto de tráilers se protegen en el interior de recintos o naves privadas en alquiler en la capital pero muchos ocupan las calles de los polígonos o zonas del extrarradio. Según los datos de Asebutra, solo están cubiertas un 30% de las necesidades. «No es lógico prohibir sin dar soluciones. Hay necesidad de más plazas. Solo hay que comparar el censo de vehículos industriales que pagan el impuesto en Burgos y las plazas», indicó su presidente, Eduardo Rilova.

En este sentido, Asebutra reclama una reunión con el Ayuntamiento para abordar estos cambios y buscar la mejor solución. La asociación reclamó hace un año que se resucitara el viejo proyecto del centro de transportes vallado, iluminado, vigilado y con servicios profesionales en Villalonquéjar IV pero no ha habido respuesta.